¿Qué es el combustible sintético y por qué varias marcas apuestan por él?
Puede que el futuro eléctrico se retrase un poco, gracias a varias marcas de coches premium.
La electrificación es una constante en los nuevos modelos del grueso de las marcas en el mundo, pues además de ser más eficientes, logran reducir las emisiones de gases contaminantes y pueden empatar con las cada vez más estrictas normas de regulación alrededor del mundo.
Los combustibles no están muertos
Pero, aunque muchas marcas incluso anunciaron un futuro totalmente eléctrico, los combustibles todavía no están fuera del panorama, aunque no de la manera que los conocemos. Y es que hay un bloque de firmas deportivas premium que apuestan por el desarrollo de combustibles sintéticos.
Como el nombre lo indica, los combustibles sintéticos se producen de manera artificial, y no de la extracción como derivado del petróleo. El proceso consiste en separar las moléculas de hidrógeno y oxígeno en el agua, para combinarlas con dióxido de carbono y crear metanol.
Marcas como BMW, McLaren y más recientemente Porsche, han creado departamentos especiales para el desarrollo de esta tecnología, pues el metanol resultante del proceso se puede convertir en precursor para gasolina, diesel o keroseno, todos formados de manera sintética.
Esto abre un abanico de posibilidades, ya que la aplicación de estos combustibles es variada, pues se puede utilizar para desabasto energético o como impulso de la industria automotriz o de la aviación, por ejemplo.
Ventajas del combustible sintético
Según Porsche, sus estudios han demostrado que el uso de este tipo de propulsores es eficiente y tan limpio como los coches eléctricos, además de que, al menos en su caso, no requieren modificar los motores, ya que se puede usar el combustible sin alteración alguna.
El gran desafío es la masificación de este desarrollo, que, al estar en una fase de pruebas temprana, sigue siendo caro de producir. De hecho, la propia Casa de Stuttgart afirma que el costo promedio de producción por litro de 10 dólares (cerca de 200 pesos mexicanos), algo que de momento lo hace inalcanzable, ya que la gasolina de origen fósil es mucho más barata.
A futuro esta puede ser una gran alternativa, porque los esfuerzos están enfocados en aumentar la capacidad de producción de estas gasolinas, que prevén cortar los costos promedio a mediano plazo a solo 2 dólares por litro.
Al ser más verdes y conservar la posibilidad de usarse en coches con motores de combustión interna, se abre una gran posibilidad de que los compradores se queden con sus vehículos comunes, con la ventaja de que ahora emitirán menos gases de efecto invernadero, manteniendo los sonidos y emociones a los que están acostumbrados.
Y tú, ¿qué prefieres? ¿Irías por un coche eléctrico o mantendrías uno de combustión interna con esta nueva forma de impulsarlo?