BMW y Ford impulsarán su futuro con baterías de estado sólido
Las dos armadoras realizaron una importante inversión de capital en una empresa especializada en el desarrollo de esta tecnología.
Ya sabemos que el futuro de las armadoras será eléctrico, pero por ahora esto no es del todo posible por la infraestructura y las baterías que son de relativamente bajo rendimiento. Conscientes de ello, BMW y Ford han dado un paso importante para mejorar este aspecto, pues invirtieron 130 millones de dólares en una empresa de baterías de estado sólido.
¿De qué va esta inversión?
Solid Power es el beneficiario de esta inyección de capital, y se trata de una empresa tecnológica especializada en dicho rubro y que se ubica en Colorado, Estados Unidos, con la promesa de mejorar el rendimiento de los automóviles eléctricos en el futuro cercano.
Los modelos actuales, en su mayoría, utilizan baterías de iones de litio, los cuales no logran concentrar grandes cantidades de energía, por lo que la autonomía de las mismas se vuelve relativamente limitada.
Ventajas de esta tecnología
La compañía estadounidense afirma que trabajan en baterías de estado sólido que podrían mejorar las capacidades de los coches eléctricos, pues este tipo de acumuladores de energía son capaces de retener una mayor densidad de la misma, además de que el electrolito sería flamable y podrían crecer la captación de energía en hasta 50 por ciento.
Además, una vez desarrollada la tecnología, ésta sería más barata que las baterías de iones de litio, lo que haría más alcanzables a los coches impulsados por electricidad, sin mencionar que la producción de las mismas podría utilizar la infraestructura ya existente.
Solid Power prevé comenzar con la producción de los acumuladores de estado sólido a inicios del 2022. Sin embargo, estas baterías no se utilizarán en modelos de producción, sino en modelos de prueba tanto de BMW como de Ford.
Si todo sale como se planea, sería a finales de esta década cuando comiencen a incluirse estos elementos en los modelos de producción, es decir, a partir del 2030 podríamos ver automóviles eléctricos con más eficiencia y mayor autonomía por carga.