A partir de 2023 Honda dejará de vender vehículos a gasolina/diésel en Europa

Esta medida se adelantó algunos años y es para ir acorde a la legislación.

No es ningún secreto que los fabricantes automotrices están volcando sus esfuerzos en la creación y desarrollo de vehículos electrificados. Asimismo, algunos países ya han establecido fechas para prohibir la venta de modelos impulsados únicamente por combustibles fósiles. En consecuencia, los automóviles con motores convencionales tienen los días contados y al menos en el caso de Honda Europa ya tenemos la fecha exacta.

De acuerdo con reportes recientes provenientes de Europa, la firma japonesa planea dejar de comercializar sus vehículos con motor a gasolina o diésel hacia finales del año 2022. Esto quiere decir que su cartera de productos quedará conformada únicamente por modelos híbridos o 100% eléctricos.

Las anteriores declaraciones fueron hechas por Ian Howells, vicepresidente de Honda Motor Europe, durante una entrevista con Autocar, dejando en claro que los productos de la compañía automotriz irán de la mano con lo que indique la legislación. Por ejemplo, si en años futuros se pide dejar a un lado la tecnología híbrida, Honda responderá acorde a eso.

La transición se hará de manera paulatina, pero no dijo qué vehículos serán los primeros en despedirse de su motorización convencional.

¿Únicamente venderán híbridos y eléctricos?

Por otra parte, aunque en la actualidad sus productos “verdes” son prácticamente híbridos y eléctricos, Howells dejó en claro que estas dos tecnologías no son las únicas que pueden ser viables para reducir la huella de carbono.

El directivo cree que aún se puede explotar y trabajar en otro tipo de fuentes de energía, como combustibles electrónicos, biomasa, hidrógeno, e incluso los combustibles convencionales.

Asimismo, expresó que los vehículos eléctricos no son una solución inmediata para resolver el tema de emisiones, porque su elevado costo aún no les permite masificarse.

Sin embargo, los híbridos cumplen perfectamente la función de tecnología transitoria, para poder llegar al punto en el que se pueda ofrecer una movilidad con un nuevo tipo de energía.