Pagani pone el apellido R al Huayra, y lo vuelve una bestia de circuito

Mucha potencia solo para pocos afortunados compradores.

Las grandes ligas de los deportivos últimamente carecía de variedad, pues era acaparada por las italianas y una que otra marca que presentaba un modelo o edición especial. Pagani quiere unirse al juego y lanza al nuevo Huayra R, la preparación más radical y picante de este producto hasta ahora. 

Estética y diseño…

El exterior refleja mucho del Huayra que fue lanzado allá por 2014, pero hay variaciones importantes que hacen la diferencia. No, no nos referimos a los componentes aerodinámicos, sino al nuevo chasis monocasco de carbono-titanio que da origen a este deportivo, que incluso coloca al motor y transmisión adheridos al mismo, para otorgar mayor rigidez a este bólido.

Sí, hay detalles visuales atractivas, como el livery con tonos dorados, flaps, splitter, lip, faldones, y un prominente alerón, entradas de aire más grandes e incluso un difusor posterior inferior que se da el lujo de incluir los colores de la bandera italiana.

Motorización…

Pero la pieza más importante de este ejemplar es un V12 cortesía de AMG. Este doble bancada cuenta con 6.0  litros de desplazamiento y aspiración natural, con lo que logra el desarrollo de 850 caballos de fuerza y un torque de 553 lb-pie de par. 

Sí, hay modelos que tienen más potencia, pero destaca que este corazón alemán hace latir al deportivo italiano al ritmo de 9,000 RPM. La propia marca asegura que el sonido de este modelo es único, en gran medida debido al sistema de escape hecho de Inconel y sus cuatro salidas colocadas en la parte posterior.

Este Huayra R es solo para uso en circuito, pues, según las regulaciones europeas, no es apto para el uso regular en calle, por su alto nivel de emisiones y su evidente sonido, que estiman en cerca de 110 decibeles.

¡Súper exclusivo!

Solo existirán 30 ejemplares de este Pagani para todo el mundo, cada uno de ellos con un costo de 2.6 millones de euros, algo así como 3.1 millones de dólares o el equivalente a poco más de 65 millones de pesos mexicanos.