Mercedes-Benz podría dejar de vender vehículos con motor V8
La mala noticia es que esto afectaría a casi todos los vehículos con este motor, la “buena” noticia es que sólo aplicaría en Estados Unidos… por ahora.
La industria automotriz global está viviendo tiempos difíciles debido a la crisis de semiconductores, la cual afecta de manera importante los flujos de producción de casi todos los fabricantes. Por si esto no fuera suficiente, al parecer Mercedes-Benz empieza a tener problemas en su cadena suministro, a tal grado que durante el próximo año prácticamente no se podrán comprar vehículos impulsados con motor V8.
Estos reportes provienen de la posible filtración de un documento enviado por la marca a los distribuidores de Estados Unidos, en el que se indica que la marca suspenderá la venta de 17 modelos debido a varias situaciones.
Según se sabe, la automotriz se enfocará en cumplir distintos objetivos globales y locales durante el próximo año. Sin embargo, la ausencia de los vehículos impulsados por un V8 también se deberá a problemas en la cadena de suministro.
No desaparecerán todos los modelos de la gama
Vale la pena mencionar que esta afectación no significa la desaparición temporal de todos los modelos de la gama AMG, ya que afecta a 17 modelos (la mayoría del portafolio), todos impulsados por el propulsor con la denominación M 177, es decir, el V8 4.0 biturbo que le da vida a toda la familia AMG 63.
De acuerdo con el documento filtrado, los modelos que no se venderán durante 2022 son: C63 S Coupé; C63 S Cabriolet; GLC63 S Coupé; GLC63 SUV; GLC63 S; E 63 S; E 63 S Wagon; GT 63; GT 63 S; GLE63 S; GLE53 S Coupé; Mercedes-Maybach GLS 600; Mercedes-Benz GLE 580 4Matic / GLS 580; y Mercedes-Benz G550 y AMG G63.
Aunque aún no se ha confirmado nada, al parecer el modelo de mayor rendimiento se mantendrá en el portafolio, es decir, AMG GT (coupé y convertible) y su variante GT Black.
Igualmente, la automotriz alemana no ha publicado una postura oficial y hasta entonces sabremos si la decisión afecta únicamente a Estados Unidos o a otros mercados globales. Por la cercanía y dependencia, es posible que la oferta mexicana se lleve un raspón, aunque aún no hay nada confirmado.