La próxima generación del Dodge Challenger podría llevar un motor l6 turbo.
Todo indica que la los doble bancada de ocho cilindros dejarán de existir para el grupo, pero no se descarta una opción diferente.
Ya sabemos que Stellantis, y específicamente Dodge, preparan una nueva generación para el Challenger. Se adelanta que el muscle car tendrá una versión eléctrica, pero también se rumora que existirá al menos una con propulsor a gasolina, pero no con un V8, pues los motores HEMI dejarán de utilizarse en el grupo.
El rumor proviene de un sitio de nombre StellPower, que asegura haber recibido reportes internos desde la marca, argumentando que utilizarían un nuevo motor para la venidera renovación total del deportivo americano.
Challenger se electrificará, pero mantendrá la opción a gasolina
Este informe puede tener un poco de sentido, ya que en el pasado reciente, Stellantis trabajaba en un motor de seis cilindros en línea de 3.0 litros, mismo que sufriría alteraciones para poder cumplir su función en esta aplicación.
Se dice que el Challenger se convertiría en el primer modelo de la marca en llevar este nuevo propulsor y hasta se atreven a dar un rango de potencia, y es que, gracias a la inducción forzada, la fuente de poder tendría un caballaje entre 350 y 400 hp.
Siendo más precisos, este motor de seis cilindros en línea reemplazaría a la alternativa V8 de 5.7 litros, la cual desarrollaba 375 caballos y se empleaba en el nivel de equipo R/T del pony car.
Tal y como imaginas, la disposición en línea del motor serviría para que el coche tenga tracción en el eje trasero, aunque desconocemos si se acompañaría de algún tipo de asistencia eléctrica, y tampoco se sabe qué caja de cambios haría pareja con el propulsor.
Por ahora todos son rumores y lo único oficial es que podemos esperar un Challenger eléctrico cerca del 2024, pero un paso medio con un motor a gasolina no suena tan descabellado para quienes quieren mantener un poco la nostalgia.