Gobierno de México le da el sí a los autos “chocolate”
Las implicaciones de esta medida pueden impactar a la industria automotriz nacional en diferentes aspectos, así lo prevén diversas organizaciones.
Esta semana se confirmó la entrada en vigor del decreto que permite la regularización de vehículos extranjeros en los Estados fronterizos del Norte de México, mejor conocidos como “coches chocolate”. El Gobierno mexicano buscará incentivar esta medida, con un costo que irá desde los 2 mil 500 pesos por cada coche puesto en regla.
Las condiciones de esta decisión
El Diario Oficial de la Nación (DOF) reconoce que serán siete las entidades federativas que contarán con la capacidad de regularizar a los vehículos provenientes, principalmente, desde los Estados Unidos, ellos son: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
Según el presidente, la medida pretende tener en un padrón controlado a todos los vehículos que ingresaron de manera irregular a nuestro país, y que muy comúnmente se utilizan en ilícitos, por lo que tenerlos registrados podría desincentivar su uso para dichas acciones, además de que también sirve como una forma de recaudación en beneficio de los Estados involucrados.
Para realizar el proceso de “nacionalización”, la SHCP, a través del SAT, hará algunas campañas para que las personas físicas empadronen a sus vehículos irregulares, los cuales entrarán en el Registro Público Vehicular (REPUVE).
Los efectos negativos de esta decisión
Pero el tema tiene varias vertientes, pues con la legalización de los coches, éstos se pueden comercializar de manera legal en México, abriendo la puerta a un mercado que controlarán algunos y desacelerará la compra de vehículos nuevos.
Y es que es común que, en busca de ahorrar un poco de dinero, el comprador se incline por un vehículo extranjero, pues suelen ser relativamente nuevos y claramente más económicos de lo que se encuentra en el mercado nacional.
No obstante, al no haber un sistema que regule la entrada de estas unidades, es difícil saber si los vehículos están en condiciones aptas para garantizar la seguridad de los ocupantes, además de no contar con un registro claro que haga constar que el ejemplar no tuvo reparaciones importantes, como de motor o estructurales. En pocas palabras, es una compra de alto riesgo en muchos aspectos.
Otro de los factores a tomar en cuenta con esta medida es que las ventas de coches nuevos en México pueden decrecer, así lo vaticinan organizaciones especializada en la industria automotriz en nuestro país, como la AMDA y la AMIA, que especulan se repita el fenómeno del 2006, con una caída del mercado de cerca del 40 por ciento.
También se espera que el mercado de seminuevos tenga una reacción a esta nueva norma, y es que con un competidor más, los precios de los usados en México podrían disminuir, pero eso no es del todo bueno, pues se ralentizará le economía de este sector, porque muy probablemente los compradores se decanten por los “autos chocolate”.
Sea cual sea tu postura, la luz verde ya está otorgada, y es cuestión de tiempo para observar los efectos que ésta presentará en la industria automotriz nacional.