Volkswagen retrasa la entrega del nuevo Golf y no, esta vez no tiene nada que ver el virus
La interface de comunicación del compacto alemán podría ser el problema a resolver.
Los automóviles modernos tienen cada vez más tecnología y esto puede considerarse como un factor favorable, pero a veces, esto puede representar un problema más. Es lo que muy probablemente está ocurriendo con el nuevo Volkswagen de octava generación, que presentaría una falla de comunicación, lo que estaría ocasionando retrasos en la entrega de las primeras unidades en Europa.
Reportes indican que la marca alemana está teniendo dificultades para que el sistema del vehículo se conecte o habilite la comunicación con las autoridades europeas, un elemento de seguridad que es obligatorio en el Viejo Continente desde el 2018.
La razón de ser de este software es el concentrar toda la información del vehículo, como placas, VIN, ubicación, etc., información que sirve para ser comunicada a las autoridades correspondientes en caso de un accidente.
La falla no sería grave, pero VW estaría en fase de desarrollar una solución, que podría bastar con una actualización de cada sistema de los coches afectados, del cual, por ahora, se desconoce el número de unidades afectadas.
Es un problema sencillo, pero mientras no esté solucionado el desperfecto, la marca optaría por aplazar la entrega de sus primeros modelos en toda Europa, aunque no sería por mucho tiempo. Tan no es importante la falla, que la armadora no ha detenido las acciones de producción, aunque estas, evidentemente, han sido afectadas por el factor ya conocido de la pandemia.
El problema de comunicación se habría detectado en una revisión de calidad del producto y se espera que a mediados de junio ya exista una solución, para comenzar, probablemente, a entregar los primeros Golf de octava generación a partir del inicio del mes de julio.