AutoDinámico Producciones S.A. de C.V.
Zotitla #44, Col. Abdías García Soto, Cuajimalpa, CDMX.
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SEAT lanza la renovación de sus modelos Ibiza y Arona para enero de 2026, con un enfoque en el equipamiento y la calidad. Ambos modelos presentan un diseño mejorado, interiores más cómodos y tecnología actualizada, pero sin cambios significativos en su motorización. Se centran en la usabilidad diaria y ofrecen distintas capacidades de maletero.

La historia pesa. Ibiza es el hatchback más famoso de SEAT desde 1984 y Arona llegó en 2017 para subirse al boom de los SUV urbanos. Ambos se renuevan para enero de 2026 con la misma receta: más equipamiento, acabados que por fin se sienten a la altura y un pulido de imagen. No hay promesas raras ni electrificación nueva; la apuesta es continuidad, precio y usabilidad diaria.
El foco está en la vida real: pantallas flotantes, carga inalámbrica de 15W con enfriamiento, Full Link inalámbrico, faros Full LED y una cabina que ya no se siente dura. Son productos fabricados en Martorell, pensados para ciudad y carretera corta, y es que el verdadero salto no es mecánico sino de percepción de calidad y valor.
Ibiza gana frente afilado, parrilla hexagonal y faros Full LED más delgados. Se nota más ancho y se puede llevar con rines de 15 a 18”, incluidos nuevos diseños de 17 y 18” pintados o maquinados. Atrás estrena defensa y calaveras 100% LED.

La cajuela mantiene 355 litros, de las mejores del segmento hatch; con doble fondo y ganchos metálicos para asegurar carga.

Arona va por una estampa más robusta: parrilla más grande, faros Full LED más altos y una franja negra inferior que ensancha visualmente el frente.

Añade protecciones negras perimetrales, rieles de techo en negro y opciones de techo a contraste. Los rines ahora van de 16 a 18”. La cajuela crece a 400 litros con doble fondo y ganchos, práctica para viajes de fin de semana sin pelear con el asiento trasero.

Los dos estrenan “greenhouse” en negro, textiles en puertas, plásticos suaves y mejor tacto del volante en piel perforada. El FR en ambos suma asientos tipo Bucket, cristales traseros tintados y modos de manejo. En pantallas, traen 8.25” de serie y hasta 9.2” con navegación y SEAT CONNECT; el cuadro digital puede ser de 8” u 10.25”. El audio SEAT Sound agrega seis bocinas, subwoofer y amplificador de 300W. Bien ahí.

No hay híbridos ni novedades grandes bajo el cofre; la estrategia es TSI conocidos y eficiencia razonable. La gama queda así:
Transmisiones manuales de 5 o 6 velocidades según versión y DSG de 7 cambios en los 115 y 150 hp. La suspensión sigue con McPherson adelante y eje torsional atrás. Los modos Eco, Normal, Sport e Individual ajustan respuesta y, en DSG, el paso de cambios.
Buen paquete para el día a día: ACC, frenado autónomo, asistente de carril, lector de señales y Travel Assist para manejo semiautónomo en tráfico. High Beam Assist usa los nuevos LED para mayor alcance y brillo sin encandilar. No rompe el mercado, pero coloca a ambos modelos en la línea de base que hoy se exige.
Full Link inalámbrico con Apple CarPlay y Android Auto, comando de voz con “Hola, hola”, dos USB-C frontales y carga inalámbrica rápida de 15W que enfría el teléfono para no cortar la carga. Detalle sencillo, pero útil si vives con Waze, música y calor.

En Ibiza FR y Arona FR encuentras las piezas que la audiencia pide: asientos tipo cubo, modos de manejo, sensores adelante y atrás, cámara, badges discretos en pilar B y portón, carcasas de espejo en negro y salidas oscurecidas. Puedes subir a rines performance de 18”, climatizador Climatronic y llave inteligente.
Ibiza 2026 es para quien quiere manejo ágil, menos volumen y mejor cajuela de 355 litros en hatchback; con 113 a 150 hp es el punto dulce para trayectos urbanos y autopista a ritmos legales.

Arona 2026 cumple si necesitas altura al volante, acceso cómodo y 400 litros de cajuela sin sacrificar estacionamiento. En ambos, buscaríamos 115 hp en manual si te gusta sentir cambios y 150 hp DSG si harás viajes frecuentes a 110–130 km/h.
