Porsche sólo tendrá proveedores “verdes”
La automotriz alemana busca reducir su huella de carbono y únicamente firmará contratos con empresas que utilicen energías limpias.
Estamos en un tiempo crucial, en el que la mayoría de los fabricantes de autos están mutando hacia una era en la que tendrán productos con un menor impacto ambiental. Sin embargo, las marcas también apuntan a un futuro con una huella de carbono neutra, es decir, que tantos sus productos como el proceso de producción no tengan un impacto desfavorable para el planeta.
Porsche es una de las primeras marcas que realizan un trabajo enfocado en esta parte de la cadena de emisiones, debido a que anunciaron que solamente firmarán contratos con proveedores que garanticen que su producción está libre de energías contaminantes.
De acuerdo con un estudio de Porsche, la actual cadena de suministro representa el 20% de las emisiones totales de la compañía y se espera que este número llegue a 40% para el año 2030.
Bajo la nueva medida, a partir del 1 de julio todos sus nuevos proveedores deberán utilizar energías renovables para producir los componentes o piezas destinados a Porsche o de lo contrario no se firmará el acuerdo. En el caso de los contratos ya existentes, estos se podrán aplazar por un tiempo.
Esta no es la primera vez que Porsche implementa algo similar, ya que desde 2020 todos los proveedores de baterías eléctricas aceptaron este acuerdo. Del mismo modo, la planta de Stuttgart ya trabaja bajo un esquema de energía renovable, mientras que las instalaciones de Leipzig también cuentan con energía limpia, lo que significa que algunos de sus autos ya son libres de emisiones operativamente.
¿Qué pasa con los motores de combustión interna?
A simple vista parece una medida contradictoria, ya que hasta el momento no se ha confirmado la electrificación completa del portafolio (en el año 2030 el 80% de su gama será eléctrica o PHEV). No obstante, Porsche planea mantener algunos propulsores térmicos durante varios años más, pero la marca ya trabaja en la creación de combustibles sintéticos, los cuales, hasta ahora, han demostrado ser igual de limpios que un auto eléctrico.